Hoy lunes 28 de mayo el Presidente Mariano Rajoy ha ofrecido una rueda de prensa, que ha generado un gran interés en nuestro país debido al mutismo al cual nos tiene acostumbrados. Una expectación que ha derivado en decepción debido tanto al contenido del discurso como la actitud y en las respuestas dadas en la posterior ronda de preguntas de los periodistas.
Un discurso vacio, repetitivo, demagógico y con aires de querer dar lecciones a Europa. Cabria preguntarse, a quien iba dirigido (los ciudadanos españoles, el sector financiero, los mercados, Europa?) y cuál era el mensaje que pretendía transmitir. En definitiva, un discurso para unos receptores indefinidos y un mensaje vacuo y superficial que en ningún momento ha sabido transferir tranquilidad ni a la ciudadanía ni a los mercados, que en estos momentos continúan con una gran inestabilidad y desconfianza.