El incremento del IBI

Entre una de las medidas de M. Rajoy aprobadas por Real Decreto este sábado 31 de diciembre, se encuentra un incremento del Impuesto sobre Bienes Inmuebles y que oscila entre el 4%, 6% o 10% en función de la fecha en que el municipio haya realizado el correspondiente procedimiento de valoración colectiva.

Cierto es que este incremento proporcionará una mayor liquidez a las arcas municipales, últimamente bastante malogradas, pero si durante los últimos tiempos las entidades locales han visto incrementar la morosidad y la solicitud de fraccionamientos de sus ciudadanos en el pago de sus impuestos, es de esperar que esta medida deteriore más este aspecto.

Dos apuntes más:

Por un lado, no puede decirse que sea una solución, llámese progresiva, puesto que nos podemos encontrar con viviendas con valores catastrales bajos pero en zonas con alto poder adquisitivo que no sufrirán este incremento; por el contrario, puede ser que ciudadanos de clase media-baja sean titulares de una vivienda media-alta que sí sufrirán este incremento. Si además, el IBI es ya de por sí un impuesto progresivo, no se comporta como tal si se aplican las medidas solamente a la mitad de viviendas con mayor valor catastral.

Por otro lado, este incremento de recaudación no compensa, ni de lejos, el enorme gasto corriente, en servicios no obligatorios, que están asumiendo las Corporaciones Locales. Todo y que la media se sitúa en el 30%, en muchos municipios este porcentaje es mucho mayor. Este gasto no obligatorio es competencia de otras Administraciones Públicas y viene subvencionado por éstas. Pero la realidad es bien distinta, últimamente se están produciendo importantes recortes (o retrasos en los pagos en el mejor de los casos) de dichas subvenciones. A partir de aquí, que deben hacer las Corporaciones Locales ¿cerrar estos servicios? ¿Aumentar las tarifas de los mismos y repercutir el coste real al ciudadano?